El bostock es un brioche propio de Francia con una corteza un poco gruesa. Una vez cocido el brioche, se corta en rodajas y se baña en almíbar (aromatizado), se cubre con crema de almendras y se hornea. Dando lugar a un pastelillo con tres texturas: la lateral (la corteza, crujiente y caramelizada), la interior (tierna y muy melosa) y la superior (cremosa). En la parte superior se le pueden colocar láminas de almendra. Hay que destacar que se trata de una delicatessen aromática que puede manipularse a gusto del chef.